La dermatitis seborreica es una enfermedad inflamatoria de evolución crónica y recurrente, que se caracteriza por lesiones eritematodescamativas (roja y con escamas) de localización preferente en cuero cabelludo, pestañas (blefaritis seborreica), barba, surcos nasogenianos, región interciliar, pabellones auriculares (especialmente detrás de las orejas) y zona mediotorácica.
Es una enfermedad muy frecuente en países desarrollados (entre el 5 y 10% de la población general) y puede afectar tanto a niños como a ancianos. Ambos géneros pueden verse afectados, aunque la dermatitis seborreica es más frecuente en hombres que en mujeres. Asimismo, la dermatitis seborreica es más predominante e intensa en pacientes inmunodeprimidos y con enfermedades neurológicas (Parkinson).
Una forma especial de dermatitis seborreica que afecta a los lactantes es la denominada “costra láctea”, que se manifiesta como placas escamosas de localización en cuero cabelludo durante los primeros meses de vida. En los adultos es muy frecuente la dermatitis seborreica del cuero cabelludo, que clínicamente se manifiesta con eritema (rojez) y descamación a nivel del cuero cabelludo, que a menudo produce picor a ese nivel.
La principal causa de la dermatitis seborreica es la hiperseborrea (exceso de grasa de la piel) y crecimiento exagerado del pityrosporum ovale, un hongo que forma parte de la flora cutánea normal, pero que en determinadas circunstancias se vuelve oportunista con potencial patógeno. Dentro de las causas de la dermatitis seborreica también influyen factores hormonales y ambientales. Es llamativo que muchos pacientes interpretan la descamación como un signo de sequedad cutánea, con lo que aplican diversos tipos de cremas hidratantes sobre una piel con tendencia grasa, empeorando el proceso.
Con respecto al tratamiento se ha descrito mejoría de la dermatitis seborreica del cuero cabelludo con el uso de diversos champús antifúngicos (por ejemplo que contengan ketoconazol), champús con pitiriona de zinc o ácido salicílico. Para el tratamiento de la dermatitis seborreica facial usaremos antifúngicos tópicos e incluso inhibidores de la calcineurina. En casos severos o refractarios al tratamiento tópico, puede ser necesario llevar a cabo tratamiento con antifúngicos por vía oral o isotretinoína oral (fármaco de extraordinaria eficacia en acné y rosácea, que también ha demostrado contrastada eficacia en el tratamiento de la dermatitis seborreica).
Por supuesto, también resulta fundamental explicar al paciente una serie de recomendaciones que debe llevar a cabo para no empeorar el proceso, entre los que cabe destacar el no uso de cremas hidratantes y la recomendación de que jabones debe usar para su tipo de piel. En nuestra consulta tenemos una amplia experiencia en el tratamiento de la dermatitis seborreica (a diario tratamos varios pacientes con esta patología, dada su gran prevalencia en la población general), con excelentes resultados.