La Bilbaína María Teresa Conde abrió en el Palacio Euskalduna la XXVI Reunión del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de España en 2014, en la que participan los mejores especialistas nacionales. La doctora prueba “casi todas las sustancias inocuas” que aplica a sus pacientes para envejecer “con dignidad”.
Esta es la entrevista que El Correo realizó a la anfitriona del Congreso Español de Dermatología Estética y Terapéutica, en el que se reunieron más de 450 expertos que abordaron técnicas como la carboxiterapia, para eliminar grasa y arrugas, y problemáticas más habituales como la alopecia varonil, para la que se aseguró tener ya una solución. El congreso también abordó la intolerancia a los cosméticos y técnicas como la luz pulsada.
-¿Qué le parece el nuevo rostro de la actriz Renée Zellweger?
-¡No tengo ni idea de que cara tiene ahora!
-Parece otra mujer.
-Yo no soy partidaria del cambio total del rostro y sí de tratamientos antienvejecimiento dignos. Hay que mantener los rasgos propios. Odio otra cosa.
-¿Qué?
-Ahora todas las mujeres operadas tienen los labios y párpados iguales. ¡Y eso no puede ser!
-¿Por qué cometen ese error?
-No tengo ni las más remota idea de quien les orienta mal porque supongo que en su casa tienen espejos. Si a mí me ponen unos pómulos 27 veces más grandes de los que tengo y unos morros como dos salchichas, me daría un ataque de nervios al llegar a casa. Influyen también mucho las modas.
-Pero vistos los resultados…
-Una de las cosas más impresionantes la viví en Miami. Salí a dar una vuelta de noche y todas las mujeres tenían la misma cara…¡y la misma delantera!
-Caras llenas de sonrisas ficticias.
-¡Con gestos totalmente artificiales! El bótox tiene mucho que ver con ese tipo de sonrisa. Al fin y al cabo, es una terapéutica que quita las arrugas, pero provoca una parálisis.
-¿Y eso ya no tiene solución?
-Cabe la vuelta atrás, porque todos los tratamientos tienen caducidad. El bótox es de los de menor duración. Como seis meses al principio y luego puede ir aumentando, hasta un máximo de un año. Es lo que llega a durar una inyección de bótox.

-¿Qué pasa con los rostros que no aceptan más toxina botulínica?
-No es que se caigan con gran estrepito, pero todo vuelve a la situación de origen.
-Ya que estamos condenados a oxidarnos ¿Qué hacer sin pasar por el quirófano para tener una mejor piel?
-Hombre, tenemos técnicas para mejorar de forma espectacular la estructura del colágeno con las que casi le puedo quitar diez años a una paciente de un plumazo sin modificar la apariencia y que pueda seguir siendo ella misma. No hay necesidad de poner una cara totalmente artificial.
-¿Para qué sirven los rellenos?
-Me gusta utilizarlos para los surcos nasogenianos, situados en los laterales de la nariz, las líneas de marioneta (empiezan al lado de la boca y llegan hasta la barbilla) y también para eliminar las arrugas verticales que llamamos el “código de barras”.
-¿Qué es?
-Esas rayitas que aparecen encima de los labios. ¡Ojo! Hay que tener mucho cuidado porque si pones mucho o lo rellenas mal te queda cara de “pico pato”. Iba a decir un ejemplo, pero mejor lo dejo.
-¡Dígalo!
-No,no,no.
Quitar la cara de mala leche
-¿No abusan del bótox?
-Sirve incluso para subir la “delantera”. Pinchando adecuadamente los músculos oportunos…A mí me gusta, sobre todo, para reducir las patas de gallo, las arrugas finas de la frente y el entrecejo y quitar así lo que denominamos “la cara de mala leche”. También me gusta el bótox para levantar de inmediato el parpado superior, que se cae con la edad y hace realmente feo. En 48 horas lo ponemos perfecto.
-¿Y los hilos tensores?
-Funcionan francamente bien para la papada. Todo lo que significa tirar hacia arriba…Al meter el hilo y estirar se produce una tensión que con la ayuda del colágeno se forma una cicatriz, como siempre que metes una sustancia extraña en el organismo, que provoca la duración de la tensión.
-¿Los pacientes saben las sustancias que se meten?
-Yo se lo explico a todos. A veces me cuesta Dios y ayuda para que me entiendan con palabras normales.
-¿La arruga es bella o no?
-Personalmente, pienso que no. ahora bien, tampoco soy partidaria de esas caras planchadas. Algunas son totalmente anormales. Nicole Kidman me ha llegado al alma. ¡No puede sonreír! Se le ha quedado una cara de susto…Además, ha cogido adicción y ya no va a volver hacia atrás.
-¿Existe realmente la adicción?

-La adicción existe en todos los tratamientos cosméticos.
-¿Por qué no echan el freno?
-Porque hay pacientes que cada vez se ven mejor y quieren más, pero hay cosas que no pueden ser. Con 70 años no se puede tener una cara de 20, nos pongamos como nos pongamos. Es, simplemente, absurdo.
-¿Le ha dicho eso a alguna clienta?
-Sí. Tengo alguna de 60 años con cara de 20. Lleva 30 años viniendo a mi consulta a hacerse cositas. No grandes cosas, porque todos mis tratamientos llevan cantidades limitadas.
-¿A partir de qué edad uno tiene la cara que merece?
-Depende lo que haya hecho cada uno. Hay que trabajar, pero también hay que saber relajarse. En 1977 se descubrió que el ácido retinoico mejoraba muchísimo las arrugas, aunque por entonces, lo utilizábamos para combatir el acné.
-Si no es mucha indiscreción, ¿se aplica su propia medicina?
-¡Claro que sí! El ácido retinoico… ¡continuamente! En 1978 empecé a ponérmelo. ¡El día de mi cumpleaños para ir p-r-e-v-i-n-i-e-n-d-o! Lo malo es que de vez en cuando llego a la consulta toda despellejada. Me da igual. Mis pacientes sabes que pruebo casi todo lo que es inocuo.