La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por la presencia de placas eritematodescamativas en zonas extensoras de la piel (codos y rodillas) y cuero cabelludo, aunque puede verse afectado cualquier lugar de la superficie cutánea. Puede acompañarse de afectación articular (artritis psoriásica). Es una de las enfermedades cutáneas más frecuentes con una prevalencia del 2-3% en la población europea y una gran expresividad clínica.
En la psoriasis hay un aumento de la velocidad de crecimiento epidérmico, si en una persona normal las células cutáneas tardan en madurar aproximadamente un mes, en una persona con psoriasis este mismo proceso tiene lugar en tan sólo 3 ó 4 días. La psoriasis afecta por igual a hombres que a mujeres, no hay diferencias entre ambos sexos. No debemos olvidar que la psoriasis puede llegar a presentar un importante impacto psicológico en el paciente, afectando a su calidad de vida.
Con respecto a las causas, se sabe que tiene una clara implicación genética, ya que la enfermedad es más frecuente entre los pacientes con antecedentes familiares de psoriasis. Además, existen otros factores como la faringitis estreptocócica o fármacos como el litio o los betabloqueantes, que pueden ser desencadenantes de brotes de psoriasis. Los traumatismos repetidos en la piel (heridas, rascado y/o quemaduras), pueden desencadenar o agravar la psoriasis, ya que la psoriasis presenta el denominado “fenómeno de Koebner”.
El fenómeno de Koebner
El fenómeno de Koebner se refiere al proceso mediante el cual, pueden surgir lesiones de psoriasis en aquellas zonas de piel sana que sufran algún tipo de traumatismo. Otras enfermedades dermatológicas que presentan este curioso fenómeno son el vitíligo o el liquen plano por ejemplo.
Existen varios tipos de psoriasis, aparte de la psoriasis clásica: Está la psoriasis en gotas, típico en gente joven y que se relaciona estrechamente con una infección faríngea estreptocócica previa. La psoriasis palmoplantar, que se caracteriza por la afectación predominante en palmas y plantas con presencia de pústulas y fisuras que pueden llegar a ser invalidantes. La psoriasis ungueal, cuando se afectan las uñas (a menudo hay afectación articular asociada), es típico de la psoriasis ungueal la presencia de lesiones puntiformes en la lámina de la uña (denominado pitting ungueal). La eritrodermia psoriásica es una forma generalizada de psoriasis donde predomina el eritema (rojez) y que puede acompañarse de afectación del estado general.
Artropatía psoriásica
La eritrodermia psoriásica puede ser motivo de ingreso hospitalario. Otro tipo de psoriasis sería la artropatía psoriásica, donde se afectan las articulaciones interfalángicas de los dedos, a menudo de forma simétrica en ambas manos y que puede repercutir en la calidad de vida del paciente. Por último tendríamos la psoriasis pustulosa donde la lesión predominante serían las pústulas (pequeñas lesiones en la piel que se caracterizan por acumulación de pus).
Recientemente se ha puesto en relación a la psoriasis con el síndrome metabólico, ya que los pacientes con psoriasis tienen un mayor riesgo de padecer hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo 2. Asimismo, se sabe que hay una mayor prevalencia de obesidad en los pacientes con psoriasis.
Tratamientos clásicos tópicos
Con respecto al tratamiento, se decide en función del tipo de psoriasis, extensión y localización de las lesiones, así como edad y sexo del paciente. Entre los tratamientos clásicos tópicos encontraríamos los corticoides tópicos y los derivados de la vitamina D. La fototerapia (tratamiento con radiación ultravioleta), puede ser también de utilidad, especialmente en la psoriasis en gotas.
Con respecto a los tratamientos sistémicos, tenemos los retinoides orales como el acitretino (fármaco muy eficaz pero que es teratogénico, por lo que en caso de usarlo en mujeres en edad fértil estaría totalmente contraindicado el embarazo). También es muy eficaz el metotrexato (especialmente en casos de psoriasis que se acompañen de afectación articular) y la ciclosporina, con la que se consigue una mejoría de la psoriasis muy llamativa y bastante rápida.
Tratamientos biológicos
Por último, en casos muy severos disponemos de los tratamientos biológicos (infliximab, etanercept, adalimumab, ustekinumab y secukinumab), que actúan disminuyendo la inflamación que tiene lugar en las lesiones de psoriasis. Son fármacos de un precio elevado y deben realizarse varias pruebas analíticas antes de su uso, e incluso en ocasiones vacunar al paciente si fuera necesario, ya que son fármacos que aumentan el riesgo de infecciones.
En nuestra consulta hemos tratado cientos de pacientes con psoriasis, dada su gran incidencia en nuestra población. Hemos logrado que la psoriasis remita durante largos periodos de tiempo en muchos de nuestros pacientes, mejorando significativamente su calidad de vida.