La queratosis actínica es una lesión pre-neoplásica con riesgo de progresión hacia un carcinoma epidermoide infiltrante. La principal causa por la que se origina la queratosis actínica es la exposición crónica a las radiaciones ultravioleta del sol. Recordemos que la luz ultravioleta posee la capacidad de favorecer mutaciones en las células que componen nuestra piel.
Las queratosis actínicas se manifiestan clínicamente como lesiones con escama superficial (“se palpan mejor de lo que se ven”), que al desprenderse dejan una pequeña erosión en superficie. A menudo son múltiples y es frecuente encontrarlas en la cara de gente mayor (especialmente nariz, región frontal, cuero cabelludo y pabellones auriculares).
Como hemos comentado, las queratosis actínicas son lesiones con un potencial de malignización, así que lo prioritario es tratarlas. El tratamiento que elijamos dependerá principalmente del número de queratosis actínicas que presente el paciente y de la extensión de la zona afecta. Actualmente hay muchos tratamientos disponibles y en los últimos años, han salido varios productos nuevos al mercado. Dentro de estos nuevos productos destacaríamos el diclofenaco al 3% en gel (Solaraze®) o el ingenol mebutato (Picato®).
Estos productos nos van a permitir tratar no sólo la queratosis actínica, sino también la piel de alrededor que está dañada por la radiación ultravioleta, es lo que se denomina tratar el “campo de cancerización”. Tratando toda la zona afectada y no sólo la lesión en exclusividad, vamos a prevenir la aparición de nuevas queratosis actínicas, ya que los tratamientos actuales permiten tratar las lesiones “latentes” que aún no han aparecido, pero que es probable terminen surgiendo si no hacemos algo para impedirlo.
El ingenol mebutato (Picato®) es un compuesto vegetal que ha demostrado una alta efectividad en el tratamiento de las queratosis actínicas y que debe aplicarse una vez al día durante 3 días seguidos para las queratosis actínicas de la cara y una vez al día durante 2 días para las queratosis actínicas del cuerpo. Vemos que se trata de un tratamiento cómodo de realizar al ser de pocos días de duración y con una gran rapidez de acción. Como efecto adverso es muy común encontrar cierto grado de irritación local que cede en pocas semanas, siendo el resultado cosmético final excelente.
Otro tratamiento disponible es el imiquimod (Aldara®, Imunocare® o Zyclara®). El imiquimod es un inmunomodulador tópico que estimula al sistema inmunitario del propio paciente para que elimine las células pre-neoplásicas de las queratosis actínicas y del campo de cancerización. La pauta clásica de tratamiento consiste en aplicarse la crema 3 veces por semana (por ejemplo: lunes, miércoles y viernes), durante 8 semanas. Posee una gran eficacia y como inconveniente únicamente destacaríamos que también produce cierto grado de irritación local.
Asimismo la terapia fotodinámica también representa una excelente opción de tratamiento. Consiste en la aplicación de una crema fotosensibilizante, que es absorbida principalmente por las células que componen la queratosis actínica. Posteriormente la piel es iluminada con una lámpara que emite una luz de longitud de onda determinada y destruye las células pre-neoplásicas. La terapia fotodinámica presenta las ventajas de ser un método muy eficaz y con un resultado cosmético final excelente. En nuestra consulta contamos con todo lo necesario para llevar a cabo la terapia fotodinámica, si lo consideráramos el tratamiento de elección en su caso particular.
Otras opciones terapéuticas serían la crioterapia (presenta riesgo de hipopigmentación residual), el curetaje y electrocoagulación y el 5-fluoracilo tópico.
En nuestra consulta analizamos cada caso en particular, y ofrecemos la opción terapéutica que mejor se ajuste a sus necesidades.