Los quistes epidérmicos son lesiones benignas muy frecuentes en la población general, que se observan tanto en hombres como en mujeres, de localización habitual en espalda y región proximal de las extremidades. Se originan como consecuencia de unidades pilosebáceas obstruidas y el diagnóstico suele ser clínico. A la exploración física suelen presentarse como lesiones nodulares subcutáneas, móviles al tacto y que a menudo sufren episodios de inflamación. Es bastante frecuente apreciar en el centro del quiste epidérmico, un orificio negruzco de pequeño tamaño por el cual puede salir la queratina que contiene el quiste si lo manipulamos. Cuando se inflaman es común que aumenten de tamaño y se aprecien signos tales como eritema (rojez) y dolor a la palpación.
Como ya hemos comentado los quistes epidérmicos son lesiones benignas, pero en el caso de que el paciente deseara tratamiento es necesario realizar una extirpación quirúrgica. Es importante a la hora de realizar la extirpación, no dejar nada de la pared del quiste dentro ya que en tal caso, habría una alta posibilidad de recidiva del quiste. El tratamiento se realiza bajo anestesia local y las complicaciones son muy escasas.