La Psoriasis es una afección de la piel de carácter inmunológico, generalmente crónica. No es una enfermedad, sino una afección, por lo tanto no es en absoluto contagiosa, primer hándicap a superar por los desconocedores de que es en realidad la Psoriasis, y primera traba que a veces sufren las personas que la padecen.
El ciclo de renovación de las células de nuestra piel en las personas sin este problema, es medianamente regular. Las células nuevas emergen desde las capas más profundas de nuestra piel hasta la superficie, sustituyendo a las células muertas y es lo que llamamos renovación celular.

La renovación celular se produce a lo largo de un ciclo que dura entre 28 y 30 días, pero en las personas con Psoriasis el ciclo se completa en pocos días como respuesta de su sistema inmunológico, lo que provoca que las células se acumulen en la superficie de la piel dando lugar a zonas con escamas, enrojecimiento y placas que en muchos casos producen picor e inflamación. Si bien no todos los pacientes con Psoriasis sufren dolor y picor, muchas veces el conflicto con esta afección es el problema estético al que estas personas se ven sometidas, ya que en muchos casos también aparece en la cara y en zonas visibles.
En un lenguaje coloquial diríamos que el sistema inmunológico de las personas con Psoriasis se activa indebidamente y responde fabricando más células de las que su cuerpo es capaz de desprenderse.
El agua del mar y el sol contribuyen en la mayoría de los casos a la mejora de la Psoriasis, pero no debemos olvidar que bajo la descamación, la piel que se encuentra debajo es piel nueva, y por ello, debemos de tener especial cuidado y aplicar un alto factor de protección solar.
Las zonas rugosas del cuerpo tales como codos, nudillos y rodillas son las más tendentes a mostrar señales de Psoriasis, pero también son frecuentes lesiones en el cuero cabelludo así como en otras zonas del cuerpo como uñas y palmas de manos y pies, aunque realmente una persona con Psoriasis podría presentar lesiones en cualquier parte del cuerpo.
La forma, el tamaño y la localización de las placas también variará dependiendo de cada caso ya que hay varios tipos de Psoriasis, Psoriasis en placas, Psoriasis Guttata “en gotas”, Psoriasis palmo-plantar, Psoriasis pustulosa etc…
Si bien hay estudios y diversos tratamientos, la complejidad de la Psoriasis radica en que no todos los pacientes reaccionan igual al mismo tratamiento. Un tratamiento por vía tópica puede mejorar mucho las lesiones de una persona pero no traducirse en mejoras con otras. Existen diversos tratamientos para la Psoriasis, tópicos, orales así como los rayos PUVA.
Cada tratamiento ha de ser recetado y supervisado por un especialista de la dermatología ya que existen diferentes tipos de Psoriasis y como hemos indicado, el cuerpo de cada paciente reaccionará mejor a unos tratamientos u otros, por lo que hay que llevar control sobre los tratamientos y cambiarlos si es necesario hasta encontrar el que realmente alivia los síntomas de nuestro paciente. La gravedad de las lesiones presentes también determinara el tipo de tratamiento a aplicar.
La Psoriasis, muchas veces es confundida con dermatitis o eczemas, y por eso hay personas que pasan años sin saber que realmente padecen Psoriasis, por ello ante la duda, un dermatólogo deberá de realizar una biopsia de una muestra de piel del paciente para determinar si realmente es Psoriasis o no y así saber qué es lo que realmente tiene el paciente.

Las personas con Psoriasis experimentan mejoras y empeoramientos a lo largo de su vida, y no es una afección que aparezca siempre desde el nacimiento, puede presentarse en cualquier momento de la vida, lo más común es que aparezca entre los 20 y 35 años y puede desencadenarse por factores genéticos, inmunológicos y medioambientales.
Aunque hoy por hoy no se sabe cuál es el gen exacto, si se considera que para el desencadenamiento de la Psoriasis, existe una determinada predisposición genética. Los casos de Psoriasis pueden también dar lugar a la artritis Psoriásica en las articulaciones, lo que suele darse en un 30% de los casos. Los factores que hasta ahora están reconocidos como los que más afectan al empeoramiento de la Psoriasis son:
- Tensión Psicológica y Estrés
- Infecciones
- Reacciones a medicamentos
- Cambios de clima y de la humedad que resecan la piel
- Lesiones en la piel como cortes o picaduras de insectos
La Psoriasis es una afección que muchas veces afecta a la parte psicológica del individuo por el componente estético que conlleva, por las molestias constantes y por la frustración que sufren las personas cuando ven que algunos tratamientos no les producen mejoras, pero muchas veces el problema es que no se ha tratado a esa persona con el tratamiento que necesita, al menos, para que se dé lugar la mejora, y esto, puede conseguirlo un buen dermatólogo. Si necesitas tratamiento para tu Psoriasis o determinar si la tienes, soy una especialista Dermatóloga en Bilbao, ponte en contacto conmigo, para que pueda ayudarte.